Especial para Lanacion.com
Apenas llegó, aclaró con una media sonrisa que sus críticas partían "desde el afecto y el cariño, de alguien que fundó este espacio". Pero Alberto Fernández, jefe de Gabinete durante toda la gestión presidencial de Néstor Kirchner y el inicio de la actual que encabeza Cristina Kirchner, no se guardó casi ninguna crítica hacia el Gobierno y volvió a pedir que "una nueva generación"-de la que se considera parte-"tome la responsabilidad de gobernar" en 2011.
"Hay que regenerar una dirigencia política para los tiempos difíciles que se vienen", afirmó Fernández minutos antes de presentar su libro, Pensado y Escrito , en el primer piso de la coqueta librería El Ateneo. Criticó a la oposición, "que está atomizada y perdida"; sostuvo que Mauricio Macri "debería avergonzarse" por el escándalo de las escuchas ilegales, y afirmó que Eduardo Duhalde "ha cumplido un ciclo", pero dejó en claro que Néstor Kirchner "puede hacer el mejor aporte, dejar a otra generación hacerse cargo del país". Como para que quede claro, mencionó en ese pelotón a "Scioli, Capitanich, Urtubey o Fernández", en una curiosa referencia a sí mismo.
En el escenario, lo acompañaron otros dos ex funcionarios de su extrema confianza: Graciela Ocaña (ex titular del PAMI y ministra de Salud) y Jorge Rivas, ex vicejefe de Gabinete y actual diputado socialista. El heterogéneo público contaba con la diputada Vilma Ibarra, el empresario Cristiano Ratazzi; el líder del grupo Super Ratones, Fernando Blanco; el ex técnico de Argentinos Juniors, Osvaldo "Chiche" Sosa; el dirigente radical puntano Walter Ceballos y la presidenta de la auditoría porteña y ex "gatita" de Jorge Porcel, Sandra Bergenfeld.
Adaptar el modelo
Con ayuda de una computadora y un parlante, y sentado en silla de ruedas, Rivas rescató "el fuerte llamado a la sensatez y la exhortación a abandonar la superficialidad en el debate" que plantea el libro, que recopila las columnas publicadas por Fernández en el matutino Crítica . Rivas, que se recupera de un ataque callejero, fue muy aplaudido por los casi doscientos asistentes a la reunión.
Ocaña, en tanto, también tomó distancia del Gobierno. "Es muy importante reivindicar lo hecho, pero también hay que adaptar ese modelo hacia el futuro. Hoy hay desafíos distintos que en 2003 y en 2007". Pareció dirigir un dardo hacia su ex jefa política, Elisa Carrió, cuando destacó que Fernández "no sólo ha reflexionado sino que ha actuado, y no muchos en la política argentina pueden decir eso".
Hacia el final, Fernández se deshizo en elogios hacia los oradores y al ex funcionario brasileño Marco Aurelio García, que prologó el libro. Y dejó un par de frases con aura post-kirchnerista. "Ahora les proponen a la gente elegir un Presidente entre los que ya gobernaron. Pero la solución no está entre quienes ya estuvieron", abundó. Terminó firmando autógrafos y dejando en el aire una breve autocrítica. "Nos equivocamos en el conflicto con el campo, que ya dura dos años. Debimos resolverlo antes", había dicho un rato antes, poco después de volver a aclarar que no tiene "miedo de gobernar. Ya sé de que se trata", culminó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario